“Puedes cruzar montañas, oceanos, superar tragedias, dificultades, responsabilidades, con solamente una cosa. Confianza en ti mismo” Harbhajan Singh Khalsa Yogiji.
Cruzar la cima de un cerro en un recorrido de 17 Kms, 2 días caminata, a más de 4400 m.s.n.m. es ciertamente una experiencia enigmática. Con ello, la sensación de logro, la experiencia de una vista indescriptible y el rodearse de tan buena energía no tiene precio.
Acompáñanos a recorrer esta emocionante y gratificante aventura que comenzará en la comunidad de Socma, rumbo al glorioso Intipunku de Cachiccata, pasando por la cascada de Perolniyoc, el recinto arqueológico de Raqaypata y la comunidad de Rayan, para descubir y disfrutar de los regalos que estas espléndidas tierras tienen para sus vistantes.
En esta entrada explicaremos brevemente estos principales puntos de interés, así como también describiremos el cómo llegar a cada una de ellos, te brindaremos algunos consejos para sacar el mejor provecho de esta experiencia y sobre todo te contaremos como nos fue.
¿Preparados?
¡Comencemos!
Índice del artículo
Una gloriosa travesía
Por un lado, un hermoso mirador preinca e Inca, con una vista espectacular hacia el nevado Verónica y la cordillera del Urubamba; y por el otro una de las cascadas más bellas de la región, cual velo de novia caen sus aguas desde lo alto de un aposento Inca.
Ya habíamos tenido la oportunidad de estar en estos puntos en anteriores oportunidades, Perolniyoc e Intipunku; pero una cosa es visitarlos independientemente y otra es tomar un sendero de 17 Kms, con un desnivel de 1803 metros de ascenso y 852 metros de descenso, que conecten estas maravillas. Ciertamente toda una travesía.
Intipunku de Cachiccata
Intipunku es un observatorio astronómico preinca ubicado en el distrito de Cachiccata, provincia de Urubamba a 4000 m.s.n.m. Su nombre proviene de 2 vocablos quechua que significan “puerta del sol”
Socma, Perolniyoc y Raqaypata
Socma es una comunidad campesina ubicada en la provincia de Urubamba que alberga a Perolniyoc, una cascada de aproximadamente 100 metros de altura y sobre la cima de esta a Raqaypata, un centro arqueológico Inca ubicado a 3640 m.s.n.m.
Un espíritu aventurero
Tres fuimos los viajeros que esta vez nos juntamos para vivir esta imperdible aventura. Juan, que hace unos días había hecho una caminata de 17 días, atravesando la selva, sierra y costa de nuestro Perú; Liz, una empedernida caminante y yo, un amante de las travesías. El espíritu aventurero nos unía.
Hacia al inicio de nuestra caminata
Tomamos una movilidad del paradero de buses Pavitos que por S/15 (por persona) nos llevó hacia el Km 14 de la carretera Huarocondo-Pachar, punto donde inciaría nuestra caminata. El viaje duró aproximadamente 1 hora.
Cabe mencionar que esta ruta es poco transcurrida de diciembre a marzo debido a los diferentes derrumbes que se dan en la ruta Huarocondo-Pachar
Comencemos con nuestra aventura
Al llegar a nuestro punto de partida, nos alistamos para iniciar lo que prometía ser toda una aventura, con la incertidumbre de si iba a caernos la lluvia en cualquier tramo, algo para lo que ya estábamos mentalizados.
Comenzamos nuestra caminata hacia la comunidad de Socma, que claramente presentaba esfuerzos por promover el turismo en la zona. El camino ciertamente estaba marcado, aunque carecía de señalización.
Tras aproximadamente unos 40 minutos, llegámos a Socma. En realidad teníamos la percepción de que este primer trayecto nos iba a durar mucho más, pero no fue así.
Un refrescante baño en una maravilla natural
Continuamos nuestro paso hacia el segundo punto de esta aventura, la cascada de Perolniyoc. Me atrevería a decir que me pareció que la distancia de este último fue algo más extenso que el primero.
Al llegar, no dudé en despojarme de mi carga y mis ropas para refrescarme un tanto en la cascada. Un baño en una maravilla natural es siempre una experiencia única. En mi caso, reflexiono sobre mi conexión con mi ser interior y la naturaleza. Ciertamente el agua estaba friísima, pero valió totalmente la pena.
Después del baño y mientras nos alistábamos para continuar nuestro camino, un señor con el cabello ya blanco, quien visitaba el lugar y que también se había dado un baño, nos comentó lo especial que este lugar resultaba ser, pues aparentemente tenía una vinculación con una entidad divina del altiplano.
El Tunupa
Entre las formaciones rocosas que daban vida a Perolniyoc y Raqaypata, yacía la representación de un hombre que llevaba un bulto. El Tunupa, antiguo dios del altiplano, quien tuvo como misión ordenar el mundo y posteriormente controlar los principales fenómenos de la tierra.
Según algunos cronistas, el Tunupa tenía forma humana, con barba, una corona sobre la cabeza y un q’epe en la espalda, muy similar a los que llevan muchos hombres, en especial mujeres, en las zonas altoandinas. Esta imagen se asemeja mucho a la otra representación que se halla en Ollantaytambo.
Una imagen muy curiosa a decir verdad.
De camino a Raqaypata
Tras una breve estancia en este siempre mágico lugar, nos enrrumbamos hacia Raqaypata, el complejo arqueológico que se encuentra a 100 metros sobre la base de la cascada de Perolniyoc.
Tras unos minutos de camino cuesta arriba llegábamos a este mágico lugar, donde la vista es impresionante. Se estima que Raqaypata fue un asentamiento Inca que tras la conquista fue abandonado a su suerte. Allí almorzamos y descansamos un tanto mientras nos preparábamos para subir la colina y pasar al otro lado de la cima.
Allí también conocimos a Juvenal, un joven pastor que desconocía el paradero de sus cabras, aunque no se notaba preocupado. Estaba de vacaciones y decía que le gustaban las matemáticas y el inglés; ¡qué poderosa combinación! le decía yo, animándolo a no descuidar sus estudios en la escuela. Asimismo, él nos comentaba que podía llegar al Intipunku desde donde nos encontrábamos en tan solo un par de horas, algo que nos pareció poco creíble, pues era una caminata que demandaría mucho más que ello para nosotros.
El comienzo de la verdadera travesía
Ya con la barriga “casi llena” y el corazón más que contento, zarpamos hacia nuestra verdadera travesía. Seguimos el camino que se marcaba en dirección Noroeste, con la mirada puesta en la cima de la colina.
El camino es algo agotador, pero muy liberador, como se dice, “se sufre pero se goza”. Es necesario siempre realizar algunas pausas para poder no solamente llegar a nuestro destino, sino sobre todo disfrutar del viaje.
Conforme ascendíamos, la vista se hacía cada vez más impresionante. Asimismo, tuvimos la oportunidad de conversar con algunos pobladores, en su mayoría dedicados a la agricultura y la ganadería, pero que además, similarmente a lo que sucede en muchas otras rutas, veían la oportunidad de incursionar en el turismo. Entre ellos el señor Mariano, agricultor y ganadero, natural de la comunidad de Rayán, quien ofrecía sus caballos para hacer esta ruta.
Ya muy cerca de la cima y tras proximadamente 3 horas de camino, llegábamos a un mirador, en el que claramente se veía Chinchero y la hermosa cordillera del Urubamba.
Entre las nubes
Tras unos minutos, con un hambre fatal, una sed de camello y muerto de cansancio, por fin llegábamos a la cima y ¡wow! sí que la vista es impresionante hacia el otro lado. Con ello nos acompañaba un sentimiento realmente único, no solamente de logro, sino de paz y sobre todo mucha energía positiva. En este punto claramente se apreciaba parte del Valle Sagrado y la cordillera del Urubamba; y también debió haberse visto la hermosa Verónica, pero no esta vez, pues se escondía tras las nubes que yacían alrededor de ella y pues bien, allí estábamos, emocionados hasta el tuétano.
Tras una breve celebración y algunas fotos, comenzamos con la siguiente parte de nuestra travesía, rumbo al hermoso Intipunku de Cachiccata.
Sale la luna y se va el sol
Empezamos nuestro camino ya cuando el sol se escondía entre las montañas, por lo que al llegar a un punto donde consideramos apto para acampar nos detuvimos y armamos nuestras carpas, antes de que oscureciera. Mientras tanto, de repente, Verónica hacía su aparición entre las otras montañas ¡Un momento mágico!
En el lugar de campamento hallamos algunas zetas o “kallampas” como se las conocen en las zonas altoandinas. Dicen los pobladores que las kallampas se dan como producto del contacto del rayo con la tierra. Recuerdo la última vez, como hace 25 años atrás, yendo a recoger estas delicias con mis primos en el campo para luego freirlas, añadirles un poco de sal y ulalá, un delicioso manjar, por lo que no dejé pasar la oportunidad y coseché algunas para mi
Ya de noche y una vez en la carpa, era mi deseo que no lloviese, pues mi carpa era playera y una lluvia torrencial era potencialmente una experiencia a no olvidar jamás. Asimismo, me resulta siempre algo dificil dormir tan temprano. Recuerdo acomodarme y abrigarme muy bien para descansar siendo las 19:00 hrs, hora en la que recién comenzaba a oscurecer. Dormía y despertaba cada dos horas en promedio, para cambiar de posición, pues obviamente no me encontraba en mi cama.
En una de esas ocasiones, desperté imaginando que ya eran cerca de las 4am, pues el tiempo transcurrido se me había hecho algo extenso. Al mirar el reloj eran apenas la 1am. Una carcajada se dió en mi interior y continué la siesta.
Segundo día
Tras otro período de siesta, deperté y esta vez eran ya las 6am ¡por fin! Nos levantamos y al salir de la carpa una densa neblina nos cubría.
Aprovechamos el tiempo para desayunar y compartir nuestros alimentos, mientras se disipaba la neblina. Nuestra esperanza era ver y disfrutar nuevamente de la Verónica y de la vista del paisaje.
De camino al Intipunku
En ese tanto nos enrrumbamos hacia el Intipunku, con la esperanza intacta de que la neblina se disipara. Hubo tramos en los que paramos, esperando que se viese el camino para continuar. Asimismo aprovechamos ciertos descansos para tomarnos “las” fotos en el lugar, una experiencia realmente única.
Por otro lado, personalmente sentía una sed aguda, y ya no tenía el líquido vital en mi botella, por lo que mi esperanza era encontrar una fuente de agua ya pasando el Intipunku. Afortunadamente, en el camino, encontré una flor roja, con un tallo también rojo, que recuerdo alguna vez masticaba cuando era niño, para así saciar en algo mi sed, por lo que recurrí nuevamente a ella.
Entre que continúabamos nuestro rumbo, a lo lejos ya se divisaba una red de caminos que conducían hacia nuestro destino, el majestuoso Intipunku.
Esta vez, Verónica no se dejaría ver, pues aún un denso cúmulo de neblina y nubes la escondían.
Tras unas 3 a 4 horas de camino, por fin llegábamos a nuestro destino, el Intipunku, fue duro, pero valió mil veces la pena ¡qué sensación tan gratificante!
Allí “challamos” y agradecimos a la “pacha mama” por la oportunidad que nos daba de haber vivido esta increíble experiencia.
Como todo en esta vida, nuestra experiencia llegaba a su fin.
Últimas letras
Me quedo con la belleza de nuestras montañas, con la buena energía que emanan estos lugares, con la buena compañía, con las personas que encontramos en el camino, con la mirada de cada ser vivo, con la sensación de logro, con la leyenda del Tunupa, con las kallampas que llevé a casa para cocinar y degustar de ellas y con el sentimiento de agradecimiento por cuantas cosas buenas nos rodean.
Recomendaciones
Seguridad ante todo
Muy importante tomar en cuenta las recomendaciones mínimas de seguridad, así como contar con un botiquín de primeros auxilios por si se suscitase algún incidente o en el peor de los casos algún accidente. Asimismo, también es necesario considerar aventurarse en estas rutas acompañado, y si es en grupo mucho mejor. En Cusco existen grupos de viajes que suelen recorrer estos senderos que ciertamente podrán darte una mano.
Si deseas saber más sobre nosotros, puedes dejárnoslo saber en los comentarios
¿De cuánto es el presupuesto?
Movilidad Cusco – Km 14 de la carretera Huaroccondo-Pachar, S/10 (esto tomando las movilidades que salen de la calle Pavitos); aunque a nosotros nos costó S/15, pues no estaban saliendo suficientes unidades debido a la escasez de pasajeros debido a las marchas que se daban en la región.
¿Qué servicios se ofrecen en el trayecto?
En Socma, a inicios de la caminata, se ofrecen comidas, servicios de arriaje, y entre otros, pues la comunidad se ha estado organizando para recibir a los turistas. Sin embargo, en lo que queda del trayecto, no hay absolutamente nada. Rayan es una comunidad que se encuentra en el ascenso, los pobladores son bastante amables y ofrecen su ayuda a quien lo necesite. Allí encontramos a Mariano quien ofrecía servicio de arriaje y nos dejó su número telefónico: +51 966192974.
¿Qué debemos llevar?
Equipo de acampar
- Carpa lo suficientemente resitente a las inclemencias del tiempo (una 4 estaciones de preferencia)
- Matra (para evitar el frio proveniente del suelo, así como la incomodidad del mismo)
- Sleeping (lo suficientemente abrigador para pasar la noche)
Equipo para hacer senderismo
- Zapatos y pantalones de trekking (lo suficientemente resistentes ante posibles inclemencias)
- Sudadera manga larga (para evitar quemarse los brazos con los rayos del sol y si son dos mucho mejor)
- 2 bastones que sirvan de apoyo
- Vendas o rodilleras (ayudarán con el descenso)
- 1 mochila para llevar nuestros implementos
No olvidar llevar en nuestras mochilas
- 1 poncho de lluvia (al menos en el tiempo de lluvias que va en Cusco de noviembre a marzo)
- 1 vicera o gorra (si es con un protector para el cuello mucho mejor)
- 1 linterna por si nos cae la noche
- En cuanto a alimentos, considerar llevar cosas ligeras tales como frutos secos, agua para mantenerse hidratados, pastillas purificadoras (en caso de encontrar un arroyo). Todo ello considerando los 2 días de trayecto
Cusco Collection
Si no cuentas con estos artículos, nosotros ponemos a tu disposición una variedad selecta de equipo de senderismo.
Puedes solicitarlo a través de un comentario en esta entrada, poniéndote en contacto con nosotros por medio de nuestras redes sociales o yendo directamente a Calle del Medio 130, Cusco Collection, y mencionar que se viene de parte de Sumaq Pacha para obtener un descuento especial.
¿Es posible llevar mascotas?
Las mascotas forman parte de nuestra familia y ciertamente estas actividades pueden ser muy liberadoras para ellas. En caso de llevar alguna, es necesario tomar en cuenta que en este tipo de ambientes existen garrapatas, por lo que se recomienda mantener a nuestras mascotas desparacitadas tanto interna como externamente. Esto puede hacerse bajo el control de cualquier centro veterinario.
Comunicación
La señal de red telefónica es óptima en ciertos tramos del segundo recorrido, esto es llegando a la cima y volteando hacia el Valle Sagrado. Por otro lado, es muy limitada o casi nula en el primer tramo, esto es de Socma hacia Raqaypata y más allá, por lo que será necesario tomar las precauciones y coordinaciones necesarias.
¿y tú?
¿ya conoces Perolniyoc? ¿o Raqaypata? ¿o el Intipunkku? ¿o la ruta que los conecta? Si te gustó esta aventura, te gustaría vivirla y podemos ser de ayuda en ello, déjanoslo saber en los comentarios.
Ya venimos recorriendo nuestra tierra por más de dos años procurando mostrar al mundo la belleza que nos rodea y lo que significa para nosotros conectar con nosotros mismos, nuestra historia y nuestras raíces ¿Aún no nos sigues? No te pierdas de nuestras próximas aventuras y de todo lo que necesitas saber para también aventurarte con tu familia y amigos.
