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De camino a las cimas de los Apus Picol y Pachatusan

De camino a las cimas de los Apus Picol y Pachatusan

Hace unas semanas llégabamos por primera vez a la cima del imponente Apu Pachatusan, a más de 4800m. Partiendo desde Saylla esta aventura representaba una caminata de más de 8kms con un increíble ascenso de más de 1600m, todo un desafío. Esta vez el reto se multiplicaba con una caminata de cerca de 20kms y un ascenso de 1000m, partiendo desde el abra de Ccorao, pasando por el Apu Picol y terminando en el Apu Pachatusan. Acompáñanos a vivir esta aventura extraordinaria.

(Para una mejor experiencia, léelo acompañado de nuestra playlist en Spotify, disponible en la barra derecha de esta entrada 😎)

Apu Picol y Apu Pachatusan

Partamos describiendo el significado de la palabra ‘Apu’

‘Apu’ es una palabra quechua que los incas, sus antecesores y el hombre andino de hoy utilizan para referirse al espíritu sagrado que reside en las montañas, los que son venerados con ceremonias y rituales propios de una divinidad.

Habiendo dicho ello, describamos un tanto a dos de los Apus más emblemáticos de la ciudad de Cusco, nuestros destinos en esta aventura.

El Apu Picol está ubicado entre los límites de los distritos cusqueños de San Sebastián y San Jerónimo. Su cima se encuentra a 4350 m.s.n.m. y es claramente visible desde la ciudad, tal como se ve en la foto de arriba. Cabe mencionar que éste presenta una falla geológica en su ladera frontal, lo que lo caracteriza, este es también claramente visible desde los distritos de San Sebastian y San Jerónimo.

Por otro lado, el Apu Pachatusan está ubicado en la provincia de Calca y distrito de San Salvador y su cima se encuentra a 4842 m.s.n.m. (500 m. más alto que la cima del Picol). Etimológicamente la palabra Pachatusan, proviene de dos vocablos quechuas que significan “el que sostiene al mundo”

Ya tuvimos la experiencia de llegar a ambas cimas tomando rutas diferentes en oportunidades diferentes. Sin embargo, esta era la primera vez que se proponía llegar a ambos puntos en una misma ruta.

¿Cómo llegar?

Para ello dividiremos nuestra aventura en un corto tramo en bus y un segundo tramo principal haciendo senderismo, primero hacia el Apu Picol y posteriormente hacia el Apu Pachatusan.

Primer tramo: Cusco – Abra Ccorao

Hemos de dirigirnos hacia la calle Puputi, donde tomaremos cualquiera de los buses que prestan servicio hacia Calca en el Valle Sagrado. El viaje será corto, de aproximadamente media hora hasta el abra Ccorao, a 37 kms de Calca, donde nos bajaremos.

Segundo tramo: Abra Ccorao – Picol – Pachatusan

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En este tramo, partiremos del ya mencionado abra Ccorao y tomaremos un camino rústico, paralelo a la carretera Ccorao – Enaco, subiendo una colina. Posteriormente a ello, tras un desvío nos dirigiremos hacia el Apu Picol y el Apu Pillqu Urku y tras una buena caminata, hacia el centro poblado de Huaccoto y la cima del Apu Pachatusan.

A continuación narraremos nuestra experiencia hacia este majestuoso lugar.

Rumbo hacia el Apu Picol

Sobre la cresta de la cadena de colinas de Ccorao

En nuestro caso, tal como se menciona líneas arriba, partimos del abra Ccorao a las 7a.m. siguiendo el camino ya descrito.

A primeras horas de la mañana este lugar se llena de magia, pues los primeros rayos del sol se proyectan entre la cadena de árboles de eucalipto que se encuentran en el camino y el sendero entre ellos, convirtiéndo la ruta en un lugar de ensueño.

Después de aproximadamente una hora, llegamos a un desvío, donde se presenciaba un cruce de dos cadenas de cerros. Allí comenzaríamos nuestro ascenso hacia el Apu Picol.

Ascenso hacia el Apu Picol

Terminando el recorrido de la cadena de colinas de Ccorao, comenzamos el ascenso siguiendo el sendero. Nos íbamos aproximando cada vez más a los 4300m lo que transformaba el paisaje en más montones y montones de ichu o ‘paja brava,’ la misma que crece a partir de los 4000m.

Es necesario considerar que el ascenso hasta la cima es de más de 600 metros, todo un desafío.

A pesar de lo arduo que pueda significar esta experiencia, ciertamente uno se verá recompenzado con cada paso que se de, pues la vista se va tornando espectacular y la vibra que esta conlleva se irá haciendo fenomenal.

En la cima del Apu Picol

Tras tres horas de camino cuesta arriba, por fín llegábamos a la cima. Estar allí es increíble. La vista a la ciudad de Cusco en su totalidad, a parte del valle sur, así como a las cadenas montañosas de la región es indescriptible. Además, la energía que fluye en el lugar es única haciendo de este destino una experiencia sinigual.

En ella encontraremos una cruz, que es muy característico en la mayoría de cerros alrededor de la ciudad, pues se sabe que durante la colonia española en Perú en el siglo XVI, los índígenas, quienes ya veneraban a los sabios espíritus de las montañas o Apus, eran inducidos al cristianismo colocando cruces sobre los mismos.

Rumbo hacia el Apu Pachatusan

Tras un breve descanso y cerca de la 1p.m., nos enrumbamos hacia el Pachatusan, siguiendo el camino hacia el Apu Pillku Urku, que a la vez nos llevaría hacia el centro poblado de Huaccoto, paso al glorioso Pachatusan.

Estar en lo más alto de un lugar es siempre mágico, y esta no era la excepción. El paisaje estaba aún inundado de una belleza sinigual, y la vista era simplemente espectacular.

Tras una hora de camino nos detuvimos para almorzar, reposar y disfrutar de lo que eramos testigos a los pies del Pillku Urku.

Nos quedamos dormidos por unos instantes y siendo ya poco más de las 14hrs y al ritmo que íbamos, nos dimos cuenta que llegar a la cima del Pachatusan nos tomaría como hasta la noche. Nos inundó una sensación de frutración y con gran nostalgia decidimos pegar la vuelta y comenzar con el descenso.

En el descenso pudimos dar con el centro arqueológico de Raqayraqayniyoq, del que escribimos en entradas anteriores

Palabras finales

Fue una lástima no poder llegar a nuesto destino final, pero teníamos que priorizar nuestra seguridad. Si continuábamos, lo más seguro es que nos tocaba subir ya de noche, lo cual es peligrosísimo, ya lo habíamos vivido en el primer ascenso que tuvimos. Sin embargo, nos quedamos con una experiencia para no olvidar y muy agradecido por todo lo vivido hasta ese momento. Quedamos en regresar, aunque esta vez partiremos de un punto no tan distante.

¿Y tú? ¿ya conoces el Apu Picol? ¿y el Apu Pachatusan? ¿qué te pareció esta aventura? ¿te gustaría vivirla? ¿podemos ser de ayuda en ello? déjanoslo saber en los comentarios.

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